lunes, 3 de noviembre de 2008

Asesinato y torturas a menores detenidos en Corrientes

Lunes, 03 de Noviembre de 2008 11:40

(AW) "Baje la cabeza. Ponga las manos atrás. No me mire. No hable. No gesticule. Arrodíllese y mire la pared. Desnúdese. Muestre los genitales. Abra el culo. Ese es el trato que recibimos con golpe de puños y bastonazos. Te dicen de esta manera que no sos nadie, que no tenés ningún derecho, que sos un expediente que camina". Este texto es parte de una denuncia de los detenidos en la Unidad 6 de San Cayetano, Corrientes, todos menores 21 años contra los penitenciarios. La carta fue entregada recientemente a nuestra compañera Hilda Presman porque no confían, con justa razón, en ninguna vía legal.

Buenos Aires, 2 de noviembre de 2008 (Por Oscar Castelnovo, Agencia Walsh) En un desesperado pedido de auxilio, los presos alojados en el pabellón de Menores, de la Unidad Penal 6, San Cayetano, Corrientes, dan cuenta de por lo menos un asesinato, torturas, vejámenes y tormentos psicológicos a los que son sometidos por el personal de custodia, especialmente el por el Grupo de Traslados ETOP (Equipo de Tareas Operativas Penitenciarias), tristemente conocido como el "Grupo de Negro".

La misiva, dirigida a la jueza de Menores fue entregada a Hilda Presman, dirigente de la Red Provincial por los Derechos Humanos y miembro de nuestra Agencia. "porque siguiendo las vías legales, no sale, va a parar al tacho de la basura", afirmaron los jóvenes.
También, le dicen a la magistrada: "queremos que usted sepa que este tétrico lugar está tan bien construido lejos de la ciudad, para que cuando estas personas te torturen o te castiguen a mansalva y sin piedad, nuestras quejas y gritos de dolor no sean escuchados por nadie. Así le pasó al interno Duarte para la Navidad pasada cuando lo llevaron sancionado a los pabellones de aislamiento y luego de golpearlo hasta matarlo (lo colgaron de una sábana y lo hicieron pasar como un suicidio). Se tapó todo incluso con la complicidad de la Justicia, desde entonces impera el miedo y el no te metás".

Más adelante, ellos expresan que "su Señoría, esto es Alcatraz, Guantánamo o Auschwitz, campo de concentración nazi. Los días de visita por el costado de la alambrada custodia personal del grupo de tarea con perros rod wailer y dóberman. Rogamos a usted que nos visite o nos reciba en audiencia para poder contarle y mostrarle la forma infrahumana en que nos tratan y cómo vivimos. Sin otro particular hacemos propicia la oportunidad para saludarla con distinguida consideración. Dios la guarde a Ud. Solo así será Justicia.

Por su parte, la Red Provincial motorizó el escrito para que llegue a las autoridades judiciales competentes como el fiscal general del Superior Tribunal de Justicia, César Sotelo y a la Jueza de Menores Nº 1 Rosa Esquivel de San Lorenzo, quien informó a la Red que remitiría el escrito al Superior Tribunal, en virtud de la seriedad de la denuncia planteada. Lo cierto es que hasta ahora nada ha cambiado en San Cayetano a pesar de haber transcurrido más de 12 días de la denuncia de los menores.

San Cayetano, queda a unos 25 kilómetros de la capital correntina, con cuatro km de tierra intransitable cuando llueve, sobre la ruta 12, hacia el sur, con escaso transporte interurbano. A la vez, carece de agua potable y desde la capital llevan tanques de agua hasta la zona asfaltada y luego los familiares de los presos deben transitar a pie, con los bidones, esos cuatro kilómetros hasta el penal.

San Cayetano es una cárcel "nueva" que se inauguró en el año 2005, y desde sus inicios las denuncias por tratos aberrantes, la falta de agua y la inaccesibilidad son constantes. Sin atenuantes, Arturo Colombi quien gobierna la provincia con una alianza de radicales K, ahora cercanos a Cobos y también con compañeros de ruta liberales es uno de los principales responsables -junto a los mamarrachos jurídicos que deberían administrar justicia-, del padecer de estos pibes, a quienes primero quitaron todos sus derechos, luego encerraron y ahora les aplican la política de exterminar su entidad humana.